.
En la meditación
hay que estar vigilantes.
Sucede la vida.
Pablo d'Ors. (1963- )
.
miércoles, 21 de diciembre de 2016
miércoles, 14 de diciembre de 2016
Tres anclajes de la meditación.
.
La meditación
tiene tres anclajes:
respiración,
corazón,
mantra.
Pablo d'Ors. (1963- )
.
La meditación
tiene tres anclajes:
respiración,
corazón,
mantra.
Pablo d'Ors. (1963- )
.
lunes, 5 de diciembre de 2016
Fe, coraje,unión con Dios.
.
La fe cristiana
es el coraje de
vivir y morir
que es crucificado
con Cristo
y resucita con él,
y así está unido con
Dios
ahora y siempre.
Gerd Theissen. (1943- )
.
lunes, 28 de noviembre de 2016
Fe, esperanza
.
La fe en Cristo
alienta
a no darse por
vencido
cuando todo parece
sin esperanza.
Gerd Theisse. (1943- )
.
martes, 22 de noviembre de 2016
La fe en Jesucristo es como una luz en la noche en la que muere la confianza.
.
La fe en Jesucristo
es como una luz
en la noche
en la que muere
la confianza.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Pág. 28.
Centre de pastoral litúrgica.2015.
.
La fe en Jesucristo
es como una luz
en la noche
en la que muere
la confianza.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Pág. 28.
Centre de pastoral litúrgica.2015.
.
lunes, 21 de noviembre de 2016
Fe, compromiso, falta de amor.
.
La fe en Cristo
compromete a amar
a pesar de la falta
de amor.
Gerd Theissen. (1945- )
.
domingo, 20 de noviembre de 2016
La fe en Dios es como una luz de confianza que ilumina la creación
.
La fe en Dios
es como una luz de confianza
que ilumina la creación.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Pág. 28.
Centre de pastoral litúrgica. 2015.
.
La fe en Dios
es como una luz de confianza
que ilumina la creación.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Pág. 28.
Centre de pastoral litúrgica. 2015.
.
sábado, 19 de noviembre de 2016
Paz, libertad y justicia, consumación de la creación.
.
Si él hace de los hombres
nuevas criaturas,
entonces su Espíritu
trabaja por la paz,
la libertad
y la justicia
en todos nosotros
para la consumación
de su creación.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Págs.27-28
Centre de pastoral litúrgica.
.
Si él hace de los hombres
nuevas criaturas,
entonces su Espíritu
trabaja por la paz,
la libertad
y la justicia
en todos nosotros
para la consumación
de su creación.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Págs.27-28
Centre de pastoral litúrgica.
.
viernes, 18 de noviembre de 2016
Cuando se afianza en ti la certeza de que te sientes protegido en Dios por toda la eternidad
.
Cuando se afianza
en ti la certeza
de que te sientes protegido
en Dios
por toda la eternidad,
entonces
es que su Espíritu
vive dentro de ti.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Pág. 27
Centre de pastoral litúgica. 2015
.
Cuando se afianza
en ti la certeza
de que te sientes protegido
en Dios
por toda la eternidad,
entonces
es que su Espíritu
vive dentro de ti.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Pág. 27
Centre de pastoral litúgica. 2015
.
jueves, 17 de noviembre de 2016
Cuando tu coraje de vivir es crucificado
.
Cuando tu coraje de vivir es crucificado
y nace de nuevo en tu corazón,
entonces su Espíritu actúa dentro de ti.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Pág. 27.
Centre de Pastoral Litúrgica. 2015
.
Cuando tu coraje de vivir es crucificado
y nace de nuevo en tu corazón,
entonces su Espíritu actúa dentro de ti.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Pág. 27.
Centre de Pastoral Litúrgica. 2015
.
miércoles, 16 de noviembre de 2016
martes, 15 de noviembre de 2016
Dios habla por su espíritu
.
Dios ya habló antiguamente
y te habla también hoy
a ti
por su Espíritu.
Gerd Theissen.
La fe cristiana. Pág. 27
Centre de pastoral litúrgica. 2015
.
Dios ya habló antiguamente
y te habla también hoy
a ti
por su Espíritu.
Gerd Theissen.
La fe cristiana. Pág. 27
Centre de pastoral litúrgica. 2015
.
lunes, 14 de noviembre de 2016
Fe, culpa, autoafirmación.
.
Gerd Theissen. (1943- )
.
La fe en Cristo
permite afirmarse a
sí mismo
a pesar de la culpa.Gerd Theissen. (1943- )
.
domingo, 13 de noviembre de 2016
Dios no está lejos
.
Dios ha creado galaxias lejanas,
pero no está lejos:
pues su Espíritu
habita
dentro de ti.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Pág. 27
Centre de pastoral litúrgica. 2015
.
Dios ha creado galaxias lejanas,
pero no está lejos:
pues su Espíritu
habita
dentro de ti.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Pág. 27
Centre de pastoral litúrgica. 2015
.
sábado, 12 de noviembre de 2016
No es la ciencia la que redime al hombre
.
No es la ciencia la que redime al hombre.
El hombre es redimido por el amor.
Eso es válido incluso en el ámbito puramente intramundano.
Cuando uno experimenta un gran amor en su vida,
se trata de un momento de « redención »
que da un nuevo sentido a su existencia.
Pero muy pronto se da cuenta también
de que el amor que se le ha dado,
por sí solo, no soluciona el problema de su vida.
Es un amor frágil. Puede ser destruido por la muerte.
El ser humano necesita un amor incondicionado.
Necesita esa certeza que le hace decir:
« Ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados,
ni presente, ni futuro, ni potencias,
ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna
podrá apartarnos del amor de Dios,
manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro » (Rm 8,38-39).
Si existe este amor absoluto con su certeza absoluta,
entonces –sólo entonces– el hombre es « redimido »,
suceda lo que suceda en su caso particular.
Esto es lo que se ha de entender
cuando decimos que Jesucristo nos ha « redimido ».
Por medio de Él estamos seguros de Dios,
de un Dios que no es una lejana « causa primera » del mundo,
porque su Hijo unigénito se ha hecho hombre
y cada uno puede decir de Él:
« Vivo de la fe en el Hijo de Dios,
que me amó hasta entregarse por mí » (Ga 2,20).
Benedicto XVI.
Spe Salvi 26
.
No es la ciencia la que redime al hombre.
El hombre es redimido por el amor.
Eso es válido incluso en el ámbito puramente intramundano.
Cuando uno experimenta un gran amor en su vida,
se trata de un momento de « redención »
que da un nuevo sentido a su existencia.
Pero muy pronto se da cuenta también
de que el amor que se le ha dado,
por sí solo, no soluciona el problema de su vida.
Es un amor frágil. Puede ser destruido por la muerte.
El ser humano necesita un amor incondicionado.
Necesita esa certeza que le hace decir:
« Ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados,
ni presente, ni futuro, ni potencias,
ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna
podrá apartarnos del amor de Dios,
manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro » (Rm 8,38-39).
Si existe este amor absoluto con su certeza absoluta,
entonces –sólo entonces– el hombre es « redimido »,
suceda lo que suceda en su caso particular.
Esto es lo que se ha de entender
cuando decimos que Jesucristo nos ha « redimido ».
Por medio de Él estamos seguros de Dios,
de un Dios que no es una lejana « causa primera » del mundo,
porque su Hijo unigénito se ha hecho hombre
y cada uno puede decir de Él:
« Vivo de la fe en el Hijo de Dios,
que me amó hasta entregarse por mí » (Ga 2,20).
Benedicto XVI.
Spe Salvi 26
.
No es la ciencia la que redime al hombre
.
No es la ciencia la que redime al hombre.
El hombre es redimido por el amor.
Eso es válido incluso en el ámbito puramente intramundano.
Cuando uno experimenta un gran amor en su vida,
se trata de un momento de « redención »
que da un nuevo sentido a su existencia.
Pero muy pronto se da cuenta también
de que el amor que se le ha dado,
por sí solo, no soluciona el problema de su vida.
Es un amor frágil. Puede ser destruido por la muerte.
El ser humano necesita un amor incondicionado.
Necesita esa certeza que le hace decir:
« Ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados,
ni presente, ni futuro, ni potencias,
ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna
podrá apartarnos del amor de Dios,
manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro » (Rm 8,38-39).
Si existe este amor absoluto con su certeza absoluta,
entonces –sólo entonces– el hombre es « redimido »,
suceda lo que suceda en su caso particular.
Esto es lo que se ha de entender
cuando decimos que Jesucristo nos ha « redimido ».
Por medio de Él estamos seguros de Dios,
de un Dios que no es una lejana « causa primera » del mundo,
porque su Hijo unigénito se ha hecho hombre
y cada uno puede decir de Él:
« Vivo de la fe en el Hijo de Dios,
que me amó hasta entregarse por mí » (Ga 2,20).
Benedicto XVI.
Spe Salvi 26
.
No es la ciencia la que redime al hombre.
El hombre es redimido por el amor.
Eso es válido incluso en el ámbito puramente intramundano.
Cuando uno experimenta un gran amor en su vida,
se trata de un momento de « redención »
que da un nuevo sentido a su existencia.
Pero muy pronto se da cuenta también
de que el amor que se le ha dado,
por sí solo, no soluciona el problema de su vida.
Es un amor frágil. Puede ser destruido por la muerte.
El ser humano necesita un amor incondicionado.
Necesita esa certeza que le hace decir:
« Ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados,
ni presente, ni futuro, ni potencias,
ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna
podrá apartarnos del amor de Dios,
manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro » (Rm 8,38-39).
Si existe este amor absoluto con su certeza absoluta,
entonces –sólo entonces– el hombre es « redimido »,
suceda lo que suceda en su caso particular.
Esto es lo que se ha de entender
cuando decimos que Jesucristo nos ha « redimido ».
Por medio de Él estamos seguros de Dios,
de un Dios que no es una lejana « causa primera » del mundo,
porque su Hijo unigénito se ha hecho hombre
y cada uno puede decir de Él:
« Vivo de la fe en el Hijo de Dios,
que me amó hasta entregarse por mí » (Ga 2,20).
Benedicto XVI.
Spe Salvi 26
.
jueves, 10 de noviembre de 2016
Fe fuerte. fe débil.
.
Llama la atención en algunos análisis
de la realidad de la Iglesia
el tono quejoso-resignado
y la carencia de una firme esperanza en la fe.
Estas personas han pensado
que es algo esencial a la Iglesia
que sea un campo de batalla
entre la verdad y la mentira.
La Iglesia que triunfa
sobre toda carencia de verdad
es una dimensión escatológica
de la esperanza;
pero como tal
es ya fundamento y motivo
para el ánimo y la confianza
y no para la queja y la acusación.
Tras esa postura de la fe
en apariencia tan radical
se encuentra no una fe fuerte
sino una fe muy débil.
Walter Kasper.
Introducción a la fe. Pág.16.
Sígueme, 1989.
.
Llama la atención en algunos análisis
de la realidad de la Iglesia
el tono quejoso-resignado
y la carencia de una firme esperanza en la fe.
Estas personas han pensado
que es algo esencial a la Iglesia
que sea un campo de batalla
entre la verdad y la mentira.
La Iglesia que triunfa
sobre toda carencia de verdad
es una dimensión escatológica
de la esperanza;
pero como tal
es ya fundamento y motivo
para el ánimo y la confianza
y no para la queja y la acusación.
Tras esa postura de la fe
en apariencia tan radical
se encuentra no una fe fuerte
sino una fe muy débil.
Walter Kasper.
Introducción a la fe. Pág.16.
Sígueme, 1989.
.
martes, 8 de noviembre de 2016
La relación actual entre la fe y la razón.
.
La relación actual entre la fe y la razón
exige un atento esfuerzo de discernimiento,
ya que tanto la fe como la razón
se han empobrecido y debilitado
una ante la otra.
La razón, privada de la aportación de la Revelación,
ha recorrido caminos secundarios
que tienen el peligro de hacerle perder de vista
su meta final.
La fe, privada de la razón,
ha subrayado el sentimiento y la experiencia,
corriendo el riesgo de dejar de ser
una propuesta universal.
Es ilusorio pensar que la fe,
ante una razón débil,
tenga mayor incisividad;
al contrario,
cae en el grave peligro de ser reducida
a mito o superstición.
Del mismo modo,
una razón que no tenga ante sí una fe adulta
no se siente motivada a dirigir la mirada
hacia la novedad y radicalidad del ser
San Juan Pablo II.
Fides et ratio 48.
.
La relación actual entre la fe y la razón
exige un atento esfuerzo de discernimiento,
ya que tanto la fe como la razón
se han empobrecido y debilitado
una ante la otra.
La razón, privada de la aportación de la Revelación,
ha recorrido caminos secundarios
que tienen el peligro de hacerle perder de vista
su meta final.
La fe, privada de la razón,
ha subrayado el sentimiento y la experiencia,
corriendo el riesgo de dejar de ser
una propuesta universal.
Es ilusorio pensar que la fe,
ante una razón débil,
tenga mayor incisividad;
al contrario,
cae en el grave peligro de ser reducida
a mito o superstición.
Del mismo modo,
una razón que no tenga ante sí una fe adulta
no se siente motivada a dirigir la mirada
hacia la novedad y radicalidad del ser
San Juan Pablo II.
Fides et ratio 48.
.
lunes, 7 de noviembre de 2016
Fe, coraje, crucifixión, resurrección.
.
La fe cristiana
es el coraje de
vivir y morir
que es crucificado
con Cristo
y resucita con él.
Gerd Theissen. (1943- )
.
lunes, 31 de octubre de 2016
Fe y sentido.
.
La fe es una alianza con Dios,
que quiere llenar de sentido al mundo.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana, Pág. 26.
Centre de pastoral litúrgica. 2015
.
La fe es una alianza con Dios,
que quiere llenar de sentido al mundo.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana, Pág. 26.
Centre de pastoral litúrgica. 2015
.
La fe en el Espíritu Santo es como una luz en la mañana cuando una nueva confianza resucita
.
La fe en el Espíritu Santo
es como una luz en la mañana
cuando una nueva confianza
resucita.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Pág. 29
Centre de pastoral litúrgica. 2015.
.
La fe en el Espíritu Santo
es como una luz en la mañana
cuando una nueva confianza
resucita.
Gerd Theissen. (1943- )
La fe cristiana. Pág. 29
Centre de pastoral litúrgica. 2015.
.
domingo, 30 de octubre de 2016
El silencio y la sobriedad
.
El silencio y la sobriedad,
que es tanto como decir
la oración y el ayuno,
es lo que más le conviene
al hombre
para llegar
a encontrase consigo mismo.
Pablo d'Ors. (1963- )
El olvido de sí. Pág. 21.
Pretextos, 2015.
.
El silencio y la sobriedad,
que es tanto como decir
la oración y el ayuno,
es lo que más le conviene
al hombre
para llegar
a encontrase consigo mismo.
Pablo d'Ors. (1963- )
El olvido de sí. Pág. 21.
Pretextos, 2015.
.
sábado, 29 de octubre de 2016
... no hay hombre o mujer en el mundo a quien Dios no se le revele.
.
Si ha orado y ayunado,
no hay hombre o mujer
en el mundo
a quien Dios
no se le revele;
reto a cualquiera
que realmente
lo haya hecho
a que diga lo contrario.
Pablo d'Ors. El olvido de sí. Pág. 21. Pretextos, 2015.
.
Si ha orado y ayunado,
no hay hombre o mujer
en el mundo
a quien Dios
no se le revele;
reto a cualquiera
que realmente
lo haya hecho
a que diga lo contrario.
Pablo d'Ors. El olvido de sí. Pág. 21. Pretextos, 2015.
.
viernes, 28 de octubre de 2016
Frutos de la meditación.
.
Frutos de la meditación:
claridad mental,
coraje, valentía para actuar,
fecundidad, frutos...
y de todo lo anterior,
la alegría del ser.
Pablo d'Ors. (1963- )
.
Frutos de la meditación:
claridad mental,
coraje, valentía para actuar,
fecundidad, frutos...
y de todo lo anterior,
la alegría del ser.
Pablo d'Ors. (1963- )
.
jueves, 27 de octubre de 2016
Lo que aporta la meditación.
.
La meditación
aporta:
claridad mental,
valentía,coraje,
fecundidad: frutos...
y por todo lo anterior,
la alegría de ser.
Pablo d'Ors. (1963- )
.
La meditación
aporta:
claridad mental,
valentía,coraje,
fecundidad: frutos...
y por todo lo anterior,
la alegría de ser.
Pablo d'Ors. (1963- )
.
martes, 25 de octubre de 2016
Salvación, reconciliación.
.
Para el que descubre a San Juan,
lo más cautivador es presentir
con él este esplendor:
"Dios es amor...".
Cristo no ha venido al mundo
para juzgarlo, sino que por él,
el Resucitado,
todo ser humano sea salvado,
reconciliado.
Roger de Taizé. (1915-2005)
.
Para el que descubre a San Juan,
lo más cautivador es presentir
con él este esplendor:
"Dios es amor...".
Cristo no ha venido al mundo
para juzgarlo, sino que por él,
el Resucitado,
todo ser humano sea salvado,
reconciliado.
Roger de Taizé. (1915-2005)
.
martes, 18 de octubre de 2016
Cansados y agobiados.
.
Jesús, luz de nuestros corazones,
desde tu resurrección siempre vienes a nosotros.
Dondequiera que nos encontremos,
siempre nos estás esperando y nos dices:
"Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados y encontraréis descanso.
Roger de Taizé. (1915-2005)
.
Jesús, luz de nuestros corazones,
desde tu resurrección siempre vienes a nosotros.
Dondequiera que nos encontremos,
siempre nos estás esperando y nos dices:
"Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados y encontraréis descanso.
Roger de Taizé. (1915-2005)
.
lunes, 17 de octubre de 2016
Señor, yo creo, yo quiero creer en Ti. Pablo VI
.
Señor, yo creo, yo quiero creer en Ti
Señor, haz que mi fe sea pura, sin reservas,
y que penetre en mi pensamiento,
en mi modo de juzgar las cosas divinas
y las cosas humanas.
Señor, haz que mi fe sea libre,
es decir, que cuente con la aportación personal
de mi opción,
que acepte las renuncias
y los riesgos que comporta
y que exprese el culmen decisivo
de mi personalidad:
creo en Ti, Señor.
Señor, haz que mi fe sea cierta:
cierta por una congruencia exterior de pruebas
y por un testimonio interior del Espíritu Santo,
cierta por su luz confortadora,
por su conclusión pacificadora,
por su connaturalidad sosegante.
Señor, haz que mi fe sea fuerte,
que no tema las contrariedades
de los múltiples problemas
que llena nuestra vida crepuscular,
que no tema las adversidades
de quien la discute,
la impugna,
la rechaza,
la niega,
sino que se robustezca
en la prueba íntima de tu Verdad,
se entrene en el roce de la crítica,
se corrobore en la afirmación continua
superando las dificultades dialécticas y espirituales
entre las cuales se desenvuelve nuestra existencia temporal.
Señor, haz que mi fe sea gozosa
y dé paz y alegría a mi espíritu,
y lo capacite para la oración con Dios
y para la conversación con los hombres,
de manera que irradie en el coloquio sagrado y profano
la bienaventuranza original de su afortunada posesión.
Señor, haz que mi fe sea activa
y dé a la caridad las razones
de su expansión moral
de modo que sea verdadera amistad contigo
y sea tuya en las obras,
en los sufrimientos,
en la espera de la revelación final,
que sea una continua búsqueda,
un testimonio continuo,
una continua esperanza.
Señor, haz que mi fe sea humilde
y no presuma de fundarse
sobre la experiencia de mi pensamiento
y de mi sentimiento,
sino que se rinda al testimonio del Espíritu Santo,
y no tenga otra garantía mejor
que la docilidad a la autoridad
del Magisterio de la Santa Iglesia.
Amén.
(Pronunciada en la Audiencia general del 30 de octubre de 1968)
Fuente: L’Osservatore Romano,
Edición en Lengua Española, 2 de agosto de 1981, p-3.
.
Señor, yo creo, yo quiero creer en Ti
Señor, haz que mi fe sea pura, sin reservas,
y que penetre en mi pensamiento,
en mi modo de juzgar las cosas divinas
y las cosas humanas.
Señor, haz que mi fe sea libre,
es decir, que cuente con la aportación personal
de mi opción,
que acepte las renuncias
y los riesgos que comporta
y que exprese el culmen decisivo
de mi personalidad:
creo en Ti, Señor.
Señor, haz que mi fe sea cierta:
cierta por una congruencia exterior de pruebas
y por un testimonio interior del Espíritu Santo,
cierta por su luz confortadora,
por su conclusión pacificadora,
por su connaturalidad sosegante.
Señor, haz que mi fe sea fuerte,
que no tema las contrariedades
de los múltiples problemas
que llena nuestra vida crepuscular,
que no tema las adversidades
de quien la discute,
la impugna,
la rechaza,
la niega,
sino que se robustezca
en la prueba íntima de tu Verdad,
se entrene en el roce de la crítica,
se corrobore en la afirmación continua
superando las dificultades dialécticas y espirituales
entre las cuales se desenvuelve nuestra existencia temporal.
Señor, haz que mi fe sea gozosa
y dé paz y alegría a mi espíritu,
y lo capacite para la oración con Dios
y para la conversación con los hombres,
de manera que irradie en el coloquio sagrado y profano
la bienaventuranza original de su afortunada posesión.
Señor, haz que mi fe sea activa
y dé a la caridad las razones
de su expansión moral
de modo que sea verdadera amistad contigo
y sea tuya en las obras,
en los sufrimientos,
en la espera de la revelación final,
que sea una continua búsqueda,
un testimonio continuo,
una continua esperanza.
Señor, haz que mi fe sea humilde
y no presuma de fundarse
sobre la experiencia de mi pensamiento
y de mi sentimiento,
sino que se rinda al testimonio del Espíritu Santo,
y no tenga otra garantía mejor
que la docilidad a la autoridad
del Magisterio de la Santa Iglesia.
Amén.
(Pronunciada en la Audiencia general del 30 de octubre de 1968)
Fuente: L’Osservatore Romano,
Edición en Lengua Española, 2 de agosto de 1981, p-3.
.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)